viernes, 19 de diciembre de 2008

Mi amigo del bosque de los pinos

Una vez mi amigo del bosque de los pinos olorosos y fragantes me dijo que la verdadera inteligencia de Dios esta en que nos permite ser parte de él y no hacernos sus adoradores para empalagarlo de insulsas alabanzas; no se trata de la bondad que nos quieren hacer creer algunos tergiversadores, me aclaro. La inteligencia de Dios, por llamarla de alguna manera, se puede llamar como La Fuerza.
Me dijo, son vuestros miedos e ilusiones los que no os dejan ver esa gran verdad y hacéis todo lo contrario; aproveche para preguntarle por que Dios había inventado la muerte si tan bondadoso es y el me respondió que lo verdadero de nosotros nunca ha nacido y nunca morirá; siempre ha estado y estará; me asevero con inmensa majestuosidad de palabra y seguridad: sois parte de Él; entonces, ¿para que preocuparse mas de la cuenta por la apariencia del cuerpo que creéis tener y ser?. Si, hay que cuidarlo con el mismo cariño que el buen jinete cuida de su caballo, a quien baña, peina, acaricia y lo alimenta con la mejor avena; esa caparazón nació un día y será tierra y polvo de estrellas; ¿vale la pena llorar por ello?; ¿vale la pena esforzarse tanto y aniquilar al prójimo?, ni vale ni no vale; cuando se entiende simplemente no se angustia uno jamás; y así, tu y la felicidad serán lo mismo para siempre.
Siguió diciéndome: lo que es mas viejo, mas rápido se descompone, muere y desaparece; no siempre es así pero esa es la propensión y ya le tocara mas tarde a los que son mas jóvenes; la danza seguirá así eternamente.
Continuo diciéndome, el velo oscuro no os deja ver lo que siempre esta, eso que no nace ni muere y ese es el miedo que vive con vosotros por no comprender todo esto que os explico; ese velo es muy conocido pero nada comprendido; me dijo además, que el velo es la ignorancia que tenemos para ver la realidad con lo cual vivimos en un mundo de sueños que parece real; y así, él siguió: cuando pensáis preocupados y cuando recordáis angustias, esta el velo delante de ti, delante de aquel y delante de todos; en realidad, delante de casi todo el mundo; el no es cruel ni bondadoso, es simplemente el iluso velo que existe con la fuerza del volcán; os hace tan ciegos que la culpa de todo se la impregnáis a todo, menos al velo; ¿Por qué?; porque lo sospecháis pero no lo comprendéis; os obliga a vivir en el mundo de la ilusión permanente; como la ilusión del oasis que guía sin rumbo a aquel que deambula por el desierto sufriente; de aquel que camina y camina soportando las brazas de la vida y jamás logra llegar a su deleite ni disfrutar de su agua fresca; ese velo es una malla opaca que no os deja ver.
Hay quienes la llaman Ella y así la llamo yo también; pero el velo es solo una cara de Ella y, así, Ella puede ser por igual, la oscura ignorancia o la infinita refulgente claridad.
Cuando Ella se sublima estalla un infinito resplandor pero no soy yo, ni eres tu, ni son ellos; es el resplandor que libra de toda comparación y lo nivela todo por igual pero, aclaremos para evitar un malentendido mayor, se diferenciar una vaca negra de una blanca y a ambas las quiero por igual y no hay distinción pero si diferenciación.

Me defraudaste y traicionaste perfida democracia

Me has defraudado ingrata democracia; desde joven siempre soñé y confié en ti pero ahora que los años se adentran en mi existencia veo que eres etérea, fugas y hermosamente virtual como los lindos espectáculos boreales. Ya no tienes vida real sino que te enquistas solo en la mente de los ingenuos e ignorantes; te has convertido en el mejor pretexto de los mas grandes explotadores y abusadores; de los amantes del poder; quedaste como una mas en el repertorio de sueños de la humanidad que nos hacen vivir fuera de la realidad; lamentablemente tengo que decirte y reconocer que estas hecha de la sombra y la materia oscura que esta escondida en lo mas profundo de todos nosotros; claro, no podía ser de otra manera, tu no eres otra cosa que las ambiciones, manipulaciones y deseos de poder y tener, de todos nosotros; sin embargo, te presentas y adornas como una hermosa y atrayente meta ideal; las masas ignorantes no son capaces de ver como te manipulan y, solo se embelesan saboreando con reconcomio los manjares del populismo y la demagogia; si, esas masa prefiere dejar de comer para saborear todo lo que tu ofreces; jamás nadie se detiene a ver tus frutos sino a contemplar hipócritas promesas que solo existen en ese futuro que nunca acaba de llegar; me has defraudado y a mi edad solo puedo decirte que eres una triste falacia de algo que pudo ser hermoso; ahora veo con claridad que las masas aunque sean cultas también son vulnerables al engaño de los zánganos manipuladores que te manosean; has quedado como la mejor invención y excusa perfecta para que unos cuantos succionen a las multitudes ciegas.
Si, no eres más que un hermoso sueño que no cuaja en el lejano mundo de la realidad; ¿sabes algo?, todos han querido perfeccionarte pero tristemente reconozco que eres imperfeccionable, simplemente porque todos somos imperfectos.
Me gustaría que fueses mejor pero claro, sin yo serlo, solo eres una ilusión.

El destino y albedrio juguetean juntos

Voy jugando con el destino y el destino va jugando conmigo; nos vamos entrelazando a través del tiempo en una danza de sorpresas, sobresaltos y encantos; logro sorprenderle a ratos y luego él me toma desprevenido e impávido sin que nada pueda hacer.
Calculo, planifico, soy metódico y logro torcerle algo de su terco y recalcitrante ser pero en un instante puedo ser revolcado por él.
El camino esta plagado de esas piedras de azar, que algunas veces logro más o menos esquivar.
Hoy soy lo causal pero mañana no lo sabré porque lo casual se interpone en mi camino lleno de obstáculos de probabilidad.
Ese camino es engañoso para muchos que creen que esta trazado y no hay nada que hacer; para aquellos que creen poderlo doblegar, también.
El destino coquetea sobre el jardín del orden y eso es verdad; las flores del orden se hacen hermosas con mi buena actitud como también la hierba mala del caos es alimentada con mis torcidos pensamientos y acciones.
El sendero tiene dirección y sentido y existe o desaparece por la lluvia del azar; nadie lo puede prever.
Hoy voy muy cómodo caminando sobre él pero de repente me siento perdido sin sendero a donde ir; el es pura ilusión y espejismo y debo hacer como el buen sabueso que sigue el rastro sin ver el camino, oliendo solo los indicios.
Vuelta de nuevo, mientras una parte la construyo con mi firme voluntad y determinación, viene una inesperada corriente de sorpresas empeñada en torcerla a su voluntad.
Veo que su voluntad y la mía no viven ni en el mismo tiempo ni lugar y por ello jamás se podrán reconciliar.
Hay de todo por estos parajes inesperados; por allá va un caminante seguro de si mismo haciendo lo que debe hacer y sigue sin importarle a donde ira. Por allá, va otro muy cerca de él pero sin que se logren ver; va empecinado en torcer el camino pero da muchos traspiés; al final, para cualquiera de ellos, no habrá premio, ni ganador ni perdedor, sino trascendencia de ver o confusión de no ver.