miércoles, 4 de julio de 2012

MI BIENESTAR Y LOS INDICES ECONÓMICOS.



El mundo actual acepta que si el PIB es alto todo va bien y, si todo va bien, por simple lógica todos estamos bien y estamos muy felices. A mayor PIB mi felicidad será mayor. Así de simple, directamente proporcional. Hay muchos mas índices a la medida para animar a unos y desanimar a otros.

Realmente es cierta esta proporcionalidad?

No tengo plena seguridad de tal aseveración.

Lo que sí es totalmente cierto es: cuando el PIB va mal, el ciudadano común y el comercio mediano van mal; sin embargo, aunque el PIB tenga mal semblante y este por los suelos, las grandes trasnacionales y banca no están mal. Entonces qué ocurre?, alguna contradicción camuflada? ¿Por qué?

Quizás sea por la sencilla razón de las ayudillas del Estado bonachón hacia los grupos poderosos y también, de la migración de capitales a otros lares, algo que quizás aprendieron de las golondrinas; en fin, debilidades y propensiones del Estado.

Sea como sea, hemos sido adoctrinados desde jóvenes a aceptar que muchos  índices económicos utilizados por los especuladores predicen nuestro malestar o bienestar.

Mi gran duda es la siguiente: bien sea que el PIB este bien o este mal, ¿por qué los grandes capitales, transnacionales, bolsas de valores, financieras, banqueros, Wall Street,  fondos de acumulación de capitales y muy especialmente los políticos siempre están bien?; me baso en lo que veo: si la banca va mal, inmediatamente hay que rescatarla y ayudarla y el Estado es el encargado de hacerlo.

Pregunto lo siguiente: ¿Si la gran masa del ciudadano común está mal, el Estado los socorrerá diligentemente o les exigirá sacrificios y recortes?

Yo personalmente caigo en pánico cuando me dicen que la banca va mal; inmediatamente mi cerebro condicionado me dice: es tu muerte, estas frita, hay que salvar a la banca antes que a mí pues si ella está bien yo estaré bien; es como un dogma de fe.

Una vez que el Estado bonachón los ayudo y su estado de salud está en franca mejoría, ellos siguen con sus travesuras y aventurillas financieras; exportando los dinerillos de todos para colocarlos en esos mundos tenebrosos de las especulaciones riesgosas y  de las colocaciones en paraísos fiscales francamente aceptados por el Estado (quien no busca, castiga y calla, otorga)

¿Quién ha diseñado el mundo globalizado?; los seres insignificantes de la sociedad (desde el punto de vista de dinero, ojo) o los poderosos del capital? Evidentemente la capacidad para manipular a nivel mundial requiere de capital y tecnología. Hacerle creer al ciudadano que el bienestar de “todos” depende del PIB, no está nada claro para mí.

Empresas cuyos capitales son multimillonarios emplean a muy pocas personas en situaciones de PIB boyante; ¿donde está y para quien es el beneficio? ; ¿Quién debería corregir o por lo menos disminuir estas disparidades?

Los banqueros crean riqueza a partir de la inflación y de las crisis, si son hábiles (si no lo son, no son banqueros). El ciudadano común no puede crear riqueza en medio de un clima económico inflacionario o estancado, por el contrario capitaliza, malestar y angustia.

Las grandes empresas: telefónicas, gas, electricidad, agua siempre están al día con sus tarifas porque el Estado se encarga de actualizarlos pero no así los sueldos de la gente.

Definitivamente, el libre mercado y el capitalismo es el mejor entre los sistemas económicos y sociales, siempre y cuando sea vigilado y controlado con miras al beneficio colectivo.

El gran problema es: cómo se comporta el encargado de vigilar y controlar; ¿Quién lo vigila y controla a él?. Es como encargar a una hiena a cuidar y vigilar un rebaño de ovejas.
Y por eso, las cosas funcionan mal.